lunes, 18 de mayo de 2015

UN PROCESO KAFKIANO.

Como en el relato de Kafka, el proceso creativo de "Las Damas de la Peste" ha sido cada vez más intrincado. Por suerte en este caso si llegó a buen puerto, no sin sortear antes muchísimas dificultades. Empezó con los dos autores lanzándose ideas el uno al otro, que iban mutando la propuesta inicial de mi compañero sobre tres tipos en un campo de concentración, hasta llegar a las tres chicas luchando en las batallas del siglo XX. Proponiendo el uno giros folletinescos y el otro personajes reales, el uno momentos simbólicos y el otro momentos históricos que de nuevo matizaba el compañero, dimos con un esquema. Un esquema que quedo cerrado tras muchas vueltas.
Luego mi compañero empezó a escribir un relato muy literario y unos elaborados y riquísimos antecedentes para el pasado de cada chica. Ese relato solo llegaba al final de la revolución asturiana, y con él elaboré las primeras 18 páginas añadiendo algún extra, pero no llegué a terminar de dibujar ese capítulo.
Pasaron dos años sin encontrar editor, ni en España ni en Francia y la cosa se enfrió. Cuando ganamos el ciudad de Palma, gracias a que mi compañero lo presentó a concurso, habían pasado tres largos años. Desempolvé todos los esquemas que tenía guardados de nuestros primeros planteamientos y volvimos a hablar del tema cuando recogimos el premio.
Mas tarde mi compañero propuso escribir la novela y que yo la adaptase, y me pareció bien, ya que así cada uno estaba en su punto fuerte. Acepté, ya que había adaptado con cierta satisfacción La sombra del Águila, de Perez-Reverte.
La novela corta de "Las Damas", aun con capítulos excelentes, carecía de ciertos elementos indispensables para el cómic que trazamos en los primeros esquemas, y excedía en otros que no aportaban nada o exploraban caminos muy distintos. Así pues surgió la idea de dejarlo correr, ante tal divergencia para afrontar una misma historia. Finalmente llegó el primer pago del premio, así que decidimos seguir adelante.
Propuse recomenzar con todo siguiendo la estructura inicial que yo guardaba, tomando algunas cosas de la novela, algunas de los textos iniciales de 3 años atrás e inventando lo que faltaba para cerrarlo todo. Había una montaña de papeles y algunas serias calvas en la historia por salvar, y mi compañero me dejó al cargo de todo ello confiando en mi criterio. Antes de nada, revisé, remonté y reescribí las primeras 18 páginas para que tuvieran entidad de cara a seguir con el grueso de la historia. Había que terminar de forma breve y eficaz con aquel primer capítulo inconcluso, con las pocas páginas de margen que dejé en mis nuevos esquemas. Utilicé el recurso del túnel al convento, porque justificaba muchas cosas y mostraba a las Damas saliendo de la oscuridad. Y esa imagen simbólica me dio fuerzas (aunque fuese poco rigurosa) y me ponía en el camino y el lugar. Y funcionaba. Me arremangué y mientras dibujaba, releía y planificaba tras mis propios papeles y los de mi compañero. Unos papeles con mis intenciones narrativas y mis esquemas, y otros con los escritos de mi compañero de tres años atrás y algunas partes de la novela. El cómic iba creciendo. Fui mostrando a mi compañero todos mis avances, las nuevas escenas que faltaban y comentando con él de vez en cuando alguna duda, hasta cerrar la última pagina de las chicas.
Quedó todavía pendiente une revisión de mi compañero que no llegó a darse, pero ahí esta todo, en el libro. Todo lo que pude reunir en común de ambos y con toda la entidad que pude darle sin superar las 90 páginas.
Por la dificultad de resumir todo esto, es por lo que los créditos del libro quedaron finalmente en blanco. No hay un guionista. Lo que hay es un proceso de años, de muchos papeles, y de trabajo sobre trabajo. Una idea de dos locos. Pero es bueno sentir que una vez ha salido a la luz, ya no es cosa nuestra, si no de los lectores.

Aquí a modo de ejemplo, diferentes fases del proceso con el que me preparaba cada capítulo para afrontar por fin el cómic. Primero el planteamiento escrito de cada una de las escenas con su consiguiente reparto en páginas. Luego el storyboard de cada página, y finalmente una de las páginas terminada.

Aun y así, a posteriori intercalé alguna página extra (En el planteamiento las marqué con una "X" en el lugar que iban a ocupar, para tenerlo todo controlado) para dilatar secuencias que lo pedían, como la del avión que se ve en storyboard, correspondiente a las páginas 69 a 72. ¡Cosas que pedía el cómic a gritos!




lunes, 11 de mayo de 2015

LA "REVISITACIÓN"

No se como se llama ese recurso en realidad, solo sé que enriquece mucho una escena conocida, el hecho de revisitarla descubriendo nuevos puntos de vista que nos cambian la percepción de los hechos.
Una de las claves de "Las Damas de la Peste" fue mover con cada personaje el punto de vista. De ahí el recurso de revisitar escenas para redescubrir hechos determinantes en la historia. Un apasionante recurso que confieso sin tapujos haber sacado de la trilogía de "Back to the future". Ocurre en muchas más narraciones, pero en esa trilogía es tan claro, que es donde mejor pude apreciarlo. En aquella ocasión se usa como recurso humorístico, o casi, aquí la intención era comprender mejor la postura de cada personaje, descubriendo como le afectó un momento anterior en la história, y acercándonos así mas a su realidad. También llegué autilizarlo gráficamente, gracias a un error de planificación que tuve y que me obligó a redibujar una escena. Pensé que podía aprovecharla después y surgió la ocasión. Finalmente fueron dos páginas que me venía muy bien usar como "eco" pues en ambas, Esperanza descubre algo esencial para su vida sexual-sentimental, en las viñetas que siguen a ambas imágenes, que encabezaban ambas páginas. Al final, la página que se abre con la imagen del Paris nazi es de mis preferidas. Y parece que el Paris ocupado no le sienta nada mal a Esperanza... es de día, se ve muy limpio y ordenado... A Esperanza le fastidia que no le fastidie la ocupación.


lunes, 4 de mayo de 2015

¡TODO MAL!

Anteayer terminé en el altillo de mis padres, el que me hacía de estudio cuando empecé Nassao Views, luego Yolan el terrible y Sir pyle. Por aburrimiento empecé a rebuscar entre mis viejos originales que andan por allí, y lo que me encontré es una dura irrealidad... ¡Yo no debería haber publicado jamás en francia!
Me explico: Cuando Morvan me contactó Yo estaba con Nassao views, y la serie rodaba bien... Gente en pelotas, selva, chistes y sexo... nada muy complicado... pero cuando tuve que enfrentarme a crear un ambiente futurista y tecnológico para el proyecto "Reality Show" que entonces se me ofrecía, la cosa empezó a flojear. Luego ante la evidencia de que aquello no chutaba, Morvan quiso probar con otra cosa de heroic fantasy, Yolan el terrible. Si Lo primero no rodaba... ¡lo segundo no había por donde cogerlo! Hice más de diez versiones de la página 1, y otras tantas de la 2, la mayoría (Hasta 8 de cada una) con un resultado nefasto... Y ahora comprendo hasta que punto la paciencia de alguien (Morvan) y la suerte, la cabezonería, o la insistencia, ayudan a que suceda lo improbable. De alguna manera, harto de la página 1 y 2, me dediqué a otra... Y de pronto, no se como, todo cuadró. Las cosas encajaron por fín. Por supuesto, cuando acabé el album, las páginas 1 y 2 volví a repetirlas... otra vez.

Observando todos aquellos descalabros que se sucedieron durante todo aquel tiempo, me di cuenta de que tras 120 paginas de Nassao, de pronto... ¡Todo lo hacía mal! el dibujo, la narrativa, la composición de página, de viñeta, el tempo, la documentación... ¡¡los personajes!!

Estaba clarísimo. Cristalino. Mirando esas páginas no entendía como fue posible que yo terminase... que digo, que empezase Yolan el terrible. Reflexionando, creo que era muy dificil que me pusiese a trabajar en algo como Yolan, sin estar nada familiarizado, ni seducido, por el heroic Fantasy, y Dragon ball era demasiado universal, asi que... ¿Con que diablos partía de base? Con nada, eso queda claro también en esas páginas... Me surge ahora que otra pregunta interesante sería el por qué se me dió bien el Nassao en su momento... pero bueno. Volvamos a la catástrofe.

Una de las cosas que debieron ayudar, es que mientras preparaba Yolan, empecé con Sir Pyle,  y este me dió el respiro para ir volviendo a organizarme, amén de los consejos del propio Munuera que seguía explicándome ( y redescubriendome) algo que en teoría había hecho bien antes, pero aplicado al tebeo francés. ¡Lo zote que puede llegar a ser uno!

Por supuesto no voy a poner aquí ninguna de aquellas catástrofes, pero os aseguro que no es falsa modestia. Eran un completo despropósito. Así que ahora que Yolan está ya algo desfasadillo, vuelvo a mirarlo con renovado interés... ¡Sobre todo por ese afortunado giro que dió mi cabeza sin explicarme muy bien por qué! Porque sin ser algo del todo homogeneo, empezaba a ser ALGO. Supongo que siempre agradeceré a Jose Luis, y a Jean David su amistad y paciencia, y al cabezón que era yo, el serlo hasta la sinrazón. No he encontrado en la red la página en que por suerte para mi, se produjo la alquimia ( puedo deciros que era la 4 ) pero valgan las páginas 2 y 3 publicadas en el libro para ilustrar este rollo.

Nota mental: Si algo no sale, empezar por otra parte.